Imposible pero cierto. El sueño de una inmensa mayoría se ha hecho realidad. Hacer una reforma en la vivienda sin necesidad de recurrir a costosas, complicadas y tediosas obras, es posible. En muchos casos, ni siquiera es necesario contratar a alguien para que lleve a cabo las diferentes tareas de reacondicionamiento en el hogar. Solo es necesario un poco de ingenio, imaginación y, por supuesto ganas.
Los profesionales en suelos y paredes de la tienda online Briconeo, que nos han proporcionado toda la información de este artículo gracias a su gran experiencia en suelos y paredes, avalan esta posibilidad ofreciendo un amplio abanico de posibilidades: suelos laminados para cambiar tus suelos, papel pintado para renovar la pared, pintura para azulejos sin tener que alicatar… Afortunadamente para nuestros bolsillos y paciencia, existen soluciones para todo, o casi todo, porque si lo que se pretende es cambiar la distribución, la obra es necesaria. Pero no hablamos de obras mayores, hablamos de hacer un lavado de cara intenso a la vivienda sin necesidad de incurrir en demasiados gastos y obras complicadas.
Lo mejor de todo, es que siendo un poco apañado o apañada, la mayoría de los cambios los puedes hacer con tus propias manos. Te ahorras costes de mano de obra y personal ajeno pululando por tu casa como si nada. Además, el tiempo a invertir es mucho menor en cualquier caso, pues este tipo de reformas, no requieren de picar y agujerear, ni siquiera se generan escombros. Veamos entonces que tipo de cambios podemos llevar a cabo sin necesidad de obras, permisos, personal y molestos inconvenientes asociados.
Del suelo al techo
Los techos no se suelen tocar mucho, por fortuna, pero todo lo que hay por debajo, es susceptible de ser modificado. Mientras que a los techos les es suficiente con una manita de pintura de vez en cuando, el suelo y las paredes, encierran entre sí, numerosas posibilidades. Gracias a los avances en el sector de la construcción y los materiales utilizados, todo el mundo puede beneficiarse de productos de alta calidad y fácil aplicación e instalación.
Empezando por los suelos, ya no es necesario recurrir al solado para cambiarlos. Esa tarea complicada que consiste en quitar el suelo, es decir las baldosas o losetas que lo componen, para después poder poner el nuevo encima, ya no es necesaria. Ahora se llevan los suelos laminados que no requieren de obra. Ni siquiera el parqué se demanda, debido a los cuidados que requiere. Desde la creación de la tarima flotante, el sector no ha parado de desarrollar novedosos tipos de suelo que se colocan, simplemente, sobre el anterior.
De esta manera, puedes cambiar de suelo a tu antojo siempre que quieras, aunque tampoco conviene entusiasmarse. Mejor cambiarlo cuando en realidad sea necesario. En cualquier caso, poner un suelo vinílico, de moqueta, corcho e incluso madera, es posible sin necesidad de obras, ni siquiera hay que contratar quien lo coloque. La sencillez del proceso hace que prácticamente cualquiera, sea capaz de colocarlo sin problema.
Existen a su vez, diferentes formatos que no hacen mas que facilitar la tarea. Desde rollos que puedes colocar íntegros si las medidas lo permiten, solo haciendo los ajustes necesarios o cortando a medida, hasta losetas en diferentes formas y tamaños para que las vayas disponiendo según convenga (siempre con criterio y buen hacer, obviamente). En muchos casos, estas losetas son autoadhesivas por lo que no es necesario recurrir a pegamentos ni cementos. En otros, se ensamblan unas a otras encajando perfectamente y quedando por la misma presión, adheridas al suelo anterior.
En cuanto a las paredes, pintar es algo que todo el mundo puede hacer. Incluso si tu pared es del tan peculiar y vilipendiado gotelé, puedes quitarlo por tus propios medios. ¿Cómo? Da igual lo que te hayan hecho creer, basta con lijar la pared. Así de sencillo. Aunque también puede ser una tarea larga si tu casa es grande, pero todo es ponerse. Una vez eliminado el gotelé, las posibilidades aumentan: pinturas de todo tipo, con texturas, acabados satinados, mate e incluso, aterciopelados. Que no te apetece pintar, no pasa nada, el retorno del papel pintado es otra realidad. Puedes colocar el diseño que más te guste en la pared que más te apetezca, eso te proporciona diferentes ambientes. Papel infantil para el cuarto de los niños, con motivos infantiles, lógicamente; papel que simule una pared de ladrillo con sus pintadas para los que quieren reivindicarse… la variedad es inmensa.
Puede darse la circunstancia de que te guste más el acabado rústico. Muy bien, puedes colocar losetas que simulen el material o acabado que más te guste en alguna de las paredes para crear contraste. Ladrillo visto o madera, paredes en bruto… lo que se te antoje. Sin olvidar los grandes vinilos decorativos, concebidos para crear ambientes inmersivos con imágenes impactantes, relajantes o reales.
De los elementos que encontramos en las paredes, como puertas y ventanas, cabe señalar que ante la idea de reformar la vivienda, estos elementos, pueden mantenerse. Las puertas, si están en buenas condiciones, pueden ser sometidas a su propio lavado de cara, una mano de pintura puede ser una excelente opción. En cuanto a las ventanas, tal vez la mejor solución, seria cambiarlas por ventanas nuevas, con vistas al futuro. Es decir, ya puestos, invertir en sostenibilidad y colocar ventanas de PVC, excelentes por sus propiedades sostenibles y aislantes, es algo razonable. Si bien es cierto que tendrá que hacerlo un profesional, no requieren de obra para su instalación y esta se lleva a cabo en un tiempo prudencial sin necesidad de grandes desbarajustes.
Cocina y baño
Realmente, cuando se habla de reformar la casa, la gran mayoría, se refiere a reformar estas partes de la casa. No en vano, se trata de las estancias que más cuidado necesitan dadas sus características y funcionalidad. De hecho el engorro mayor de una obra, aunque esta implique toda la vivienda, se encuentra en estas dos estancias. Solado, alicatado, cambio de muebles, fontanería, electricidad… Estamos de suerte porque todo eso, quedó atrás. Tampoco es necesario si no se quiere, tener que recurrir a costosas reformas y cambios para darle un nuevo aspecto a esa cocina deslucida o ese cuarto de baño.
Para olvidarse el alicatado pueden hacerse dos cosas: pintar los azulejos con pinturas especiales y dándoles el toque personal que siempre deseaste; colocar azulejos de última generación encima. Aunque hay otras opciones como el vinilo, fácil de limpiar y con diferentes acabados.
La tendencia esta en pintar los mismos, una buena pintura, resistente al agua y la humedad, proporciona un resultado interesante. Además de que estas pinturas pueden limpiarse, su aplicación implica una desinfección ya que los componentes son tan fuertes que acaban con todo tipo de gérmenes. Colocar azulejos sobre los existentes, es recomendable cuando el baño o la cocina tiene unas dimensiones aceptables y la merma de centímetros no supone una gran perdida.
En cuanto al mobiliario de la cocina, ni siquiera es necesario cambiar todos los muebles. Basta con cambiar la encimera y mantener el resto, para dar un nuevo aire a la cocina. Al fin y al cabo, la encimera es la parte que más se estropea por el uso. El baño se verá renovado si pintas esos muebles, con uno de los muchos estilos que puedes encontrar y los restauras. La mampara cada vez se lleva menos, con lo que sustituirla, si no puedes cambiarla, por una cortina, aportara otro color al lugar.
Vamos con los pequeños detalles que hacen que cada hogar, sea único. Los tiradores del mobiliario de la cocina puedes cambiarlos tu mismo. Solo tienes que elegir los que más te gusten y colocarlos. Este pequeño cambio, hará que todo se vea diferente. Puedes hacer lo mismo con otros muebles de la casa, por supuesto.
Cortinas o estores para vestir cada estancia y controlar la luz que entra. Indispensables una vez que todas las reformas que has llevado a cabo, han terminado. Vestir la casa de la manera adecuada, es la mejor manera de que todos esos cambios, luzcan con la intensidad que se merecen.
De poco nos vale pintar las paredes, colocar un suelo o cambiar las ventanas, si luego no prestamos atención a esos detalles que marcan la diferencia entre el antes y el después. Ya que te has molestado en reformar, ahora toca, redecorar.
Como se puede comprobar, reformar la casa sin tener que asumir grandes costes y que te lleve demasiado tiempo, es posible. Siempre y cuando la vivienda no requiera de obras mayores que impliquen colocación o cambios de tuberías, tocar la electricidad o, incluso la instalación de gas, o se pretenda cambiar la distribución eliminando o levantando tabiques, acometer la reforma, es una tarea que puede resultar gratificante si la haces con tus propias manos.
En algunos casos, hasta es posible levantar algún tabique sin necesidad de hacer una obra, ni siquiera, solicitar permiso. Basta con utilizar paneles de pladur, para lo que no es necesario hacer agujeros ni picar. Se colocan sobre una estructura metálica y se cubren y pintan como si de una pared más, se tratará.
Imaginación al poder, mañosidad por delante y entusiasmo por hacer las cosas, por y para uno o una misma.