Cuando uno piensa en “limpiar”, se nos viene automáticamente a la cabeza cosas como limpiar una casa, limpiar un instituto, limpiar un hospital… Pero se nos olvida que, en nuestro día a día, existen muchos elementos que han de ser limpiados porque, si se acumula el polvo y la suciedad, pueden estropearse y dejar de funcionar.
Como habrás comprobado, estamos hablando de los componentes electrónicos, que pueden llegar a dejar de funcionar si permitimos que las partículas de polvo se ensucien demasiado sin hacerle el menos caso.
Hoy, nos centramos en la limpieza de los coches, especialmente en la de los coches diésel.
Los coches también deben limpiarse
Muchos ignoran que los componentes electrónicos de un vehículo han de mantenerse limpios para que este funcione correctamente. Por lo tanto, aquí te explicamos exactamente por qué es importante limpiar regularmente tu coche:
- Mejora la seguridad: Si las ventanas y los espejos están sucios, puede disminuir la visibilidad del conductor y aumentar el riesgo de accidentes de tráfico. Tener una buena visibilidad en la conducción es esencial para evitar accidentes.
- Protege la pintura y la carrocería: La suciedad y el polvo pueden corroer la pintura y la carrocería del vehículo con el tiempo, lo que puede llevar a la oxidación y a la pérdida de valor del coche. Esto no es peligroso para la vida en sí, pero acorta su vida y tendrás que comprar otro, lo que significa un reembolso grande de dinero.
- Previene la acumulación de bacterias y alergenos: Si no se limpia el interior del coche regularmente, puede acumularse polvo, ácaros, bacterias y otros alergenos que pueden ser perjudiciales para la salud. Si tú estás dentro de un vehículo con bacterias perjudiciales, te pondrás enfermo. Esto debe evitarse limpiándolo a menudo.
- Mejora la eficiencia de combustible: La suciedad en el exterior del coche puede aumentar la resistencia al aire y reducir la eficiencia de combustible, lo que significa que el coche puede consumir más combustible de lo necesario.
- Prolonga la vida útil del coche: La limpieza regular del interior de tu vehículo por una mano experta puede ayudar a prevenir la corrosión, la oxidación y otros daños que pueden acortar la vida útil del vehículo.
En resumen, es importante mantener tu coche limpio tanto por motivos de seguridad como de mantenimiento. Esto incluye tanto el interior como el exterior del vehículo.
¿Debe limpiarse, además, el motor de un coche?
La limpieza del motor de un coche es un tema controvertido y existen diferentes opiniones al respecto. En general, los fabricantes de automóviles recomiendan no limpiar el motor a menos que sea absolutamente necesario. Esto se debe a que la limpieza del motor puede ser peligrosa si se hace incorrectamente, ya que el agua y los productos químicos pueden dañar los componentes eléctricos y electrónicos del motor. Por lo tanto, lo mejor es confiársela a un experto de un taller de coches, porque este sabe perfectamente lo que está haciendo.
Dicho esto, hay situaciones en las que es recomendable limpiar el motor, como por ejemplo cuando hay una acumulación de suciedad y grasa que puede afectar a su rendimiento o hacer que sea difícil detectar problemas mecánicos.
Se recomienda limpiar el motor de un coche una vez al año o cada 20.000 – 30.000 kilómetros, dependiendo de las condiciones en las que se use el vehículo. Si vives en una zona con mucho polvo, contaminación o humedad, puede ser necesario limpiar el motor con más frecuencia.
Es importante tener en cuenta que la limpieza del motor debe ser realizada por un profesional o un mecánico experimentado que utilice productos y técnicas seguras para evitar dañar los componentes del motor. Si decides limpiar el motor por tu cuenta, es importante que sigas las instrucciones del fabricante del limpiador de motor y evites el uso de agua a presión y productos químicos agresivos. Además, debes asegurarte de proteger los componentes eléctricos y electrónicos del motor durante la limpieza para evitar cortocircuitos o fallos.
Hay algo que sí es necesario: limpieza de filtros de partículas y regeneración del FAP
Los filtros de partículas y los sistemas de regeneración FAP son componentes importantes en los vehículos diésel modernos. El filtro de partículas es responsable de atrapar las partículas de hollín que se generan como resultado de la combustión del combustible diésel, mientras que el sistema de regeneración FAP ayuda a limpiar y regenerar el filtro de partículas para garantizar un rendimiento óptimo.
La limpieza regular de los filtros de partículas es esencial para mantener su rendimiento y evitar problemas de obstrucción o fallos en el motor. Los filtros de partículas se pueden limpiar mediante un proceso de regeneración pasiva o activa.
- La regeneración pasiva implica conducir el vehículo a altas velocidades durante un período de tiempo prolongado, lo que ayuda a quemar los residuos acumulados en el filtro. Es decir, se limpia por sí mismo.
- La regeneración activa se realiza mediante un sistema de inyección de combustible adicional que se utiliza para aumentar la temperatura del sistema y quemar los residuos.
En cuanto a la regeneración del FAP, es importante tener en cuenta que esta función es automática en la mayoría de los vehículos modernos, ya que el sistema se encarga de la limpieza y regeneración del filtro de partículas de forma autónoma. Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario realizar una regeneración forzada del FAP utilizando una herramienta de diagnóstico especializada o llevar el vehículo a un taller mecánico para realizar el proceso de manera segura y efectiva.
En general, la limpieza regular de los filtros de partículas y la regeneración del FAP son componentes críticos en el mantenimiento de vehículos diésel modernos y deben ser realizados por un mecánico experimentado o un centro de servicio autorizado para garantizar un rendimiento óptimo del vehículo y reducir el impacto ambiental negativo de los gases de escape.
Desde Minguez nos explican que una limpieza a tiempo puede ahorrarnos una avería muy seria que podría derivar en un accidente que podría poner en peligro tu vida. Por lo tanto, es necesario que, de vez en cuando, se lleve el coche al taller para realizar esta limpieza a manos de un profesional especializado.
Entonces, ¿tener un coche diésel es mejor, o he de decantarme por otro tipo de gasolina?
Existen varios tipos de gasolina disponibles en el mercado, cada una de ella con diferentes propiedades y usos específicos. Para esto, la gasolina hace uso del octanaje.
El octanaje de la gasolina es una medida de la capacidad de la gasolina para resistir la detonación o la combustión prematura en el motor. En otras palabras, el octanaje es una medida de la capacidad de la gasolina para resistir la compresión antes de explotar, lo que puede causar daños muy severos en el motor.
En base al octanaje, aquí están algunos de los tipos más comunes:
Gasolina Regular (91 octanos): Esta es la gasolina más comúnmente utilizada, y es adecuada para la mayoría de los coches de pasajeros. Se suele utilizar en motores de cuatro cilindros y proporciona una buena relación calidad-precio.
Gasolina Premium (95-98 octanos): La gasolina premium tiene un mayor octanaje que la gasolina regular, lo que significa que es más resistente a la detonación y puede proporcionar un mejor rendimiento para motores de alta compresión. Es comúnmente utilizada en coches deportivos y de alta gama.
Gasolina sin plomo: La gasolina sin plomo es una variante de la gasolina regular que no contiene plomo, un contaminante ambiental. Es adecuada para la mayoría de los coches modernos y se recomienda su uso para minimizar las emisiones de contaminantes.
Gasolina E10: Esta es una mezcla de 10% de etanol y gasolina sin plomo, que se utiliza para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es adecuada para la mayoría de los coches modernos y se puede encontrar en algunas estaciones de servicio.
Estas son las ventajas de la gasolina diésel
- Mayor par motor: Los motores diésel suelen tener un mayor par motor que los motores de gasolina, lo que significa que proporcionan más fuerza para mover el coche, especialmente en bajas revoluciones.
- Mayor vida útil: Debido a que los motores diésel están diseñados para soportar mayores cargas y temperaturas, pueden tener una vida útil más larga que los motores de gasolina.
- Menor emisión de CO2: La gasolina diésel produce menos CO2 que la gasolina convencional, lo que significa que es menos contaminante en términos de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, es importante señalar que la gasolina diésel también tiene algunas desventajas:
- Contaminación: La gasolina diésel es conocida por producir una gran cantidad de emisiones dañinas, como dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas de hollín y otros gases tóxicos. Esto puede tener un impacto negativo en la calidad del aire y en la salud de las personas.
- Precio: La gasolina diésel puede ser más cara que la gasolina regular, lo que puede afectar el presupuesto de las personas y las empresas que dependen de ella.
- Ruido: Los motores diésel pueden ser más ruidosos que los motores de gasolina, lo que puede ser molesto para algunas personas.
- Mayor mantenimiento: Los motores diésel a menudo requieren un mayor mantenimiento que los motores de gasolina, lo que puede aumentar los costos de reparación y mantenimiento a largo plazo.
- Disponibilidad limitada: En algunas áreas geográficas, la gasolina diésel no puede estar muy disponible, lo que puede dificultar su uso en algunos vehículos y equipos.
- Menor rendimiento en condiciones frías: La gasolina diésel puede tener dificultades para arrancar en condiciones frías, lo que puede ser un problema en climas fríos o en situaciones de emergencia.
Ya sabes todo lo que hay que saber sobre los coches diésel. Ahora, te toca elegir a ti.
