No es la primera vez ni la última que al hacer una reforma nos encontramos con sorpresas desagradables. La semana pasada levantamos el suelo de una vivienda para reformarla por completo en la zona sur de Tenerife y nos encontramos con una alfombra de cucarachas. Es lógico encontrar estos insectos, sobre todo en verano, pero aquello era una plaga en toda regla.
Poco después leí una noticia alertando precisamente sobre el número de cucarachas que hay en el sureste del país y en las Canarias así que por lo visto era de esperar. Según el artículo en cuestión, los establecimientos de la calle La Luna, en pleno centro de Santa Cruz, han tenido que cerrar obligatoriamente por varias horas debido a la presencia de estos insectos en toda la vía pública ya que varios operarios, mandados por el Ayuntamiento, fumigaron las alcantarillas para evitar que la plaga se siguiera extendiendo y las cucarachas empezaron a salir por las trapas huyendo de la quema. Y este es sólo un caso de los múltiples que hay en Tenerife, Murcia y la Comunidad Valenciana.
En cuanto vimos aquello salimos de la vivienda y contactamos con esta empresa de fumigación en Tenerife para que viniera a solucionar el problema porque, lo que no podíamos hacer, es reformar la casa en ese estado y lavarnos las manos. La factura del trabajo de Flodesin, la empresa a la que llamamos, la pagó, lógicamente, el propietario de la vivienda y menos mal que no era elevada porque no le hizo ninguna gracia, lo cual me resulta incomprensible ¿acaso preferiría vivir entre insectos portadores de enfermedades?
El sureste de España, Canarias y Baleares en peligro
Tras ver esto he llegado a la conclusión de que el Gobierno debería actuar, y cuanto antes mejor. No es normal que haya vecinos luchando diariamente con estas plagas que, obviamente, atacan esta zona por el clima porque no es algo aislado, ocurre en gran parte del país. Además, es lógico pensar que fumigar una casa no vaya a traer la solución total ya que pueden volver a instalarse los insectos cuando haya pasado el efecto de esa fumigación. Lo normal es atacar el problema de raíz, y la raíz se encuentra en las alcantarillas de las ciudades, al completo.
Como trabajadora os puedo asegurar que es asqueroso intentar realizar tu trabajo y encontrarse este tipo de insectos escondidos tras las paredes, los suelos, en tuberías y en casi cualquier rincón de las viviendas que vamos a reformar, pero más horrible debe ser aún tener que vivir en esas casas tras conocer su existencia. Yo me libro, moderadamente, del problema, ya que vivo en un séptimo y aunque las cucarachas trepan por todas partes, parece ser que tienden a anidar mucho más cerca del suelo y, por tanto, estoy medianamente a salvo, aunque no del todo porque alguna siempre te encuentras.
Desde aquí, además, hago un llamamiento a todas la empresas de reformas que sigan el blog para que si se encuentran en una situación similar llamen inmediatamente a una empresa de control de plagas porque creo que por ahora es la mejor solución que podemos tomar como particulares, al menos hasta que el Estado se ponga las pilas y empiece a dar este servicio en todas las localidades afectadas de manera gratuita.