¡Qué bonito han quedado los monolitos de pizarra de Ardoises d’Espagne en el jardín! La idea me vino después de haberla visto en una revista de decoración y ¡me pareció tremendamente chic! Con lo cual, decidí “trasladarla” a mi propio jardín. No sé si para vosotros es el caso también, pero a mí la pizarra me parece sumamente bella, es un material natural y auténtico, que ofrece diferentes texturas, tonalidades y una diversidad de formatos que difícilmente se pueden obtener con materiales de otro estilo. El efecto estético es indiscutible.
Un material con cualidades estéticas y aislantes obvias y ampliamente demostradas
Bueno, y yo vivo en la región de Castilla y León, una región conocida por tener un clima de tipo oceánico continental, que se caracteriza por sus inviernos muy fríos y veranos muy calurosos con, además, periodos primaverales y otoñales bastante cortos. Las precipitaciones son asimismo frecuentes, por ello, este clima requiere que se haga una bue-na e inteligente gestión del agua. Utilizar la pizarra es, de hecho y a mi parecer, una respuesta inteligente puesto que se trata de un material no sólo bello sino uno de los que ofrece la mayor impermeabilidad del mercado. No por nada se viene utilizando para la cubierta de los tejados, para el pavimento, etcétera., desde siglos en países nórdicos en los que el frío, el viento, la lluvia y la nieve son moneda corriente Además, si os gusta la historia y la arquitectura en general, os habréis seguramente percatado de que cantidad de edificios antiguos comportan pizarra (como las peculiares y sorprendentes casas de la denominada arquitectura negra, los castillos, algunos edificios públicos, etc.). Pues, si se viene utilizando desde siglos es porque la pizarra es un material muy resistente, constate, inalterable y que protege de las contaminaciones atmosféricas.
Un material idealmente sostenible
Si bien, debido a su estructura y características diversas y cambiantes, la pizarra suele ser uno de los materiales favoritos de los mejores arquitectos, diseñadores y constructores del mundo, cabe destacar que en la actualidad también estamos frente a un resurgimiento de su utilización debido a su estupenda sostenibilidad. Pues, la preservación del medio ambiente es un tema que preocupa cada vez más a los profesionales y particulares, y la pizarra, según distintos estudios realizados, es el producto declarado como ser el más sostenible posible. Lo es por ejemplo para las cubiertas, puesto que comparado con distintos otros materiales utilizados para tejados como el fibrocemento o la teja cerámica, los cuales emiten dióxido de carbono y necesitan más agua y energía para su producción, la preparación y elaboración de la pizarra de techar, sin embargo, desde su extracción en la cantera, hasta conseguir el producto final, es un proceso que no ha variado prácticamente nada a lo largo del tiempo, sufriendo únicamente modificaciones en lo que a mecanización se refiere. De hecho, el sector de la pizarra ha sido el primero en verse declarado producto ambiental nacional aquí en España. Y yo sé de personas que no sólo han optado por poner pizarra en sus tejados sino también en sus fachadas como signo de clasicismo y modernidad a la vez. ¡Por algo será!
En cierto modo, ése es mi caso también, puesto que decidí poner en mi jardín monolitos de pizarra que encargué a la empresa española de origen francés Ardoises d’Espagne (Pizarras y Derivados), ubicada en León. Una firma centenaria que no sólo propone sus productos a nivel nacional sino también internacional, lo que a mi parecer es signo de buen hacer y calidad. En cuanto a mis monolitos, os puedo asegurar que causan bastante impresión entre mis amigos e invitados. A ciertas personas les gustan los enanitos de jardín, yo prefiero por mi parte los monolitos. Cada cual, con sus “tontunas”…