Las oportunidades que existen en el mercado para las empresas son bastante generosas, sobre todo ahora que la economía ha repuntado y que es más común realizar inversiones. Y recordemos que no siempre ha sido así, porque durante los años de crisis y recesión las inversiones disminuyeron muchísimo.
De hecho, las inversiones no se han acabado de recuperar y se han establecido récords mínimos en la inversión. Según los presupuestos estatales de España se aprecia que la inversión pública sigue congelada a los niveles que se hundió en la crisis, situándose en el 2% del PIB, una vez se restan los (alrededor) de 1.000 millones de euros en desembolsos extraordinarios de las comunidades por sentencias perdidas.
La llamada formación bruta de capital fijo se queda muy cerca del 1,9% que se registró en 2016, el mínimo desde que arranca la serie en los años setenta, según el Banco de España. El aumento de las partidas sociales hace que las inversiones no puedan elevarse más a pesar de la recuperación.
Pero esto no quiere decir que no existan oportunidades a nivel local y regional para presentarse a licitaciones públicas, pues las administraciones siguen prestando servicios y necesitando diferentes servicios que le proveen empresas externas mediante licitaciones y contratos públicos.
Tengamos en cuenta la gran oportunidad para las pymes y medianas empresas de estas licitaciones y contratos públicos, pues pueden suponer un gran ingreso a medio-largo plazo. Teniendo en cuenta que en muchas ocasionas las administraciones pueden demorarse en el pago.
Por tanto, el momento para presentarse a licitaciones públicas no ha pasado, el problema aquí es que existe un gran desconocimiento sobre cómo presentarse ante un concurso público. Gracias a este artículo vas a saber cuáles son los pasos que tienes que dar para presentarte a una licitación y ganarla.
Un ejemplo de que esto es posible es la empresa Pasero, una empresa referente en los servicios industriales dirigidos al sector de la distribución eléctrica. Esta empresa, con más de cien años de antigüedad, ha conseguido diferentes contratos para el sector público, entre los que destaca la fabricación de vallas para las vías públicas.
La planificación es la llave del éxito
Antes de empezar a planificar las empresas y empresarios deben de hacer un trabajo de estudio previo a la licitación. Es decir, ponerse en contacto con el Ayuntamiento o la institución que publica el concurso y estudiar qué es lo que realmente necesita y qué carencia pretende cubrir. Esto ofrece a la pyme la posibilidad de presentar sus productos y servicios con antelación a la adjudicación. De esta manera se tiene la oportunidad de enseñar los beneficios del proyecto o los productos previamente a la presentación de la memoria.
Y en este momento es cuando el trabajo serio empieza, pues hay que plantear una memoria que tenga toda la documentación lista y ordenada para no perderse en la fase de preparación. Algunos de los elementos básicos a incluir son el organigrama de la compañía, referencias de trabajos realizados anteriormente, su experiencia en otros sectores e información detallada sobre los productos y servicios que se ofertan.
Uno de los factores más importantes es definir la propuesta económica. Antes de hacer una oferta, la pyme debe medir el retorno que tendrá su inversión. De lo contrario, si ofrece un servicio muy barato y el negocio no funciona tal como lo había previsto, se arriesga a perder dinero. Además, a corto plazo es probable que tenga que romper con el contrato, lo que supone que la Administración Pública no contará más con esta organización.
Uno de los aspectos que muchas empresas no barajan antes de presentarse a una licitación es la prestación de garantías. Para asegurarse el cumplimiento del contrato, los organismos exigen una cierta solvencia económica. Piden un aval de entre un 10% y un 15% del valor del proyecto. Esto supone en muchos casos llegar a acuerdos con los bancos, por lo que hay que tener esto en cuenta antes de presentarse una licitación.
Por último, valora positivamente la opción de aliarse con otras empresas creando sinergias. Es una buena opción para las empresas más pequeñas, ya que al establecer alianzas pueden preparar proyectos ofertando el mejor precio, que es lo que más se valora. Esto permite crecer a varios niveles y crear una posición dominante en el mercado.