Llega la primavera, o al menos eso dicen porque esta semana ha nevado en varias provincias españolas, y con esta estación empieza a brillar el sol, los días se hacen más largos y a la gente le suele apetecer más salir a pasear lo que, como buen españolito medio viene a significar que empezamos a hacer más terraceo y eso, a nosotros los reformistas, nos trae trabajo y dinero pues hay que empezar a cambiar, mejorar e instalar nuevos toldos en la terrazas de bares, restaurantes y viviendas particulares.
Terraceo, del verbo “terracear” que es “made in” el pueblo español aunque no lo acepte la RAE y que viene a significar algo a así como “jefe ponme una caña con una tapita que hace mucho calor y quiero estar aquí a gustito con los colegas/familia/pareja”. Y es que, por mucho que lo neguemos, el español de pura cepa es un hombre/mujer de terraceo. ¡Por algo somos el país con más bares por metro cuadrado! ¿no? Aunque no todos tienen terraza, también hay que decirlo.
En este mundo, lo principal es tener un proveedor de confianza, nosotros llevamos años trabajando con grandes empresas como Toldos Clot y Rolltec, esa es la mejor manera de asegurarnos cumplir con nuestros clientes, tanto en plazo como en calidad y seguridad. Además, debéis tener en cuenta que en estos meses, de marzo a junio, es cuando se hacen la mayoría de pedidos de este tipo por lo que las fábricas y empresas distribuidoras suelen ir hasta los topes y a veces la única manera de saber con seguridad que vas a tener lo que necesitas a tiempo es teniendo una especie de colaboración don dicha entidad.
Ahora bien ¿por qué a los españoles nos gustan tanto las terrazas? Hay quien dice que si en teoría no hay dinero, a pesar de que veamos las terrazas llenas de gente, el propietario del establecimiento apenas gana nada porque la mayoría de los clientes pasan horas al sol en sus mesas y sillas con una coca-cola o una única cerveza en la mano. Sin embargo las estadísticas dicen algo muy diferente, y es que según las mismas el español gasta una media de 60 euros mensuales en aperitivos y bebidas en establecimientos de hostelería, un gasto que se incrementa notablemente en verano, llegando a alcanzar los 150 euros mensuales.
Terrazas llenas sin dinero
Se supone que el PIB, Producto Interior Bruto del país, aunque parece que ha obtenido algún que otro respiro, sigue sin estar en buena forma, y este es un dato que suele ser el más significativo con respecto al estado económico de la población así que ¿por qué la ocupación de las terrazas por parte de despreocupados bebedores de cañas es tan alta?
Sin embargo, este pasatiempo es habitual entre los menores de 35 años, aquellos que saben que nunca tendrán un trabajo para el resto de su vida, una frase que prácticamente todos hemos escuchado alguna vez estando de cañas. Muchos de los que disponen de ingresos mensuales saben que, con la alta rotación del mercado laboral es posible que el mes que viene, o el siguiente, o el otro, no tengan trabajo. De ahí que meterse en grandes inversiones sea una locura; una de las moralejas de la crisis ha sido que, cuando venga la siguiente, mejor que no te pille pagando una hipoteca de 700 euros. Y ahora que alguien se lo explique a Rajoy y a su “Plan de ahorro para la jubilación”.
Y así, con esta teoría que aplaudo totalmente, os propongo la siguiente reflexión. Las terrazas están llenas, entre otras razones, porque la gente no tiene dinero para más. Desde la crisis y su constante y gradual agotamiento de los ahorros de los españoles, muchos no tienen dinero para comprar un piso, un coche o pegarse unas grandes vacaciones, no digamos formar una familia. El paro ha aumentado, los sueldos y las pensiones se han estancado y el acceso al crédito es más difícil. Pero, aún más, se ha producido un vuelco en la mentalidad española, especialmente de los jóvenes: ante la incertidumbre por el propio futuro, quién querría meterse en una hipoteca a 40 años. Para eso, nos tomamos una cervecita y ahogamos las penas ¿o no? Y así, de paso, las empresas de reformas nos ganamos la vida en estos meses instalando toldos para preparar el terraceo. La combinación perfecta.