La importancia de la eficiencia energética en la cocina

Los constantes incrementos en las facturas, así como la necesaria concienciación hacia las catastróficas consecuencias ecológicas que comporta el derroche energético, convierten en imprescindible la toma de medidas de ahorro energético a nivel estatal y a nivel doméstico. Dado que es esta segunda variedad la que compete a cada uno de nosotros, conviene entonces tener conocimiento sobre alguno de los recursos más útiles y asequibles para la disminución del gasto en electricidad, calefacción y agua en el hogar. La cocina, como centro neurálgico de la actividad doméstica, supone el punto clave y el espacio prioritario a la hora de concentrar dichos esfuerzos.

La etiqueta energética

El equipamiento de la cocina es uno de los aspectos más relevantes en el incentivo de un ahorro energético sostenido en el tiempo y enormemente beneficioso a medio y largo plazo. El meollo de la cuestión consiste en comprar electrodomésticos de forma minuciosa, responsable y concienciada. En el caso de frigoríficos y congeladores, lavadoras, lavavajillas, secadoras, lavadoras-secadoras, fuentes de luz, hornos eléctricos y aparatos de aire acondicionado, la normativa de la comunidad europea exige la identificación de la eficiencia económica del dispositivo en cuestión por medio de un etiquetado específico. Este etiquetado de eficiencia energética permite al comprador conocer el consumo eléctrico del aparato en comparación con la eficacia con la que desempeña su tarea, además de otros detalles como el nivel de ruido producido, el gasto de agua u otros datos de importancia en relación con las consecuencias ecológicas de su empleo. La clasificación de estos electrodomésticos se realiza a través de la asignación de siete colores y siete letras correlativos que van, en orden de mayor a menor eficiencia energética, desde la A hasta la G y del verde al rojo, respectivamente. Dada su particular sensibilidad en cuestiones de gasto, los frigoríficos, los congeladores y los combis –aparatos dotados de sección de nevera y sección de congelado dentro de una misma máquina- poseen tres clases energéticas añadidas: A+++, A++ y A+.

Aparte de esta toma de contacto inicial, tras su instalación en casa, es necesario también respetar ciertas normas de corrección en el uso de los electrodomésticos. Son por ejemplo consejos como, en lo que respecta a los 

frigoríficos, no introducir elementos que rompan abruptamente el ciclo de frío, separar el aparato de la pared o evitar mantener la puerta abierta más de lo estrictamente indispensable. En cuanto a las lavadoras, promover el lavado a temperatura fría, llenarla al máximo de su capacidad o emplear detergentes líquidos siempre en su justa proporción. Un centrifugado potente ayuda además a prescindir de los servicios de la secadora. Los lavavajillas, por su parte, también deben de ser activados con la mayor carga posible. Un aclarado previo de las piezas a lavar previene posibles desperfectos en la maquinaria. En el cocinado, tanto en la vitrocerámica como en el horno conviene aprovechar el calor residual para culminar la preparación de los alimentos.

La iluminación es uno de los campos en los que más innovaciones se vienen sucediendo en los últimos tiempos. A pesar de que aún se mantiene vigente la supremacía de las tradicionales bombillas incandescentes por su bajo coste y su fácil uso, destaca el empuje de las lámparas fluorescentes y las luces LED, ya disponibles en toda tienda de lámparas en Madrid, Barcelona o cualquier ciudad española. Las lámparas de bajo consumo o LBC se basan en la compactación de la tecnología característica de los tubos fluorescentes. Su gasto energético es hasta un 80 por ciento menor que el de las tradicionales bombillas incandescentes y su duración es hasta 8 y 10 veces superior. Por su parte, los LED (siglas de Lighting Emitting Diode; luz de emisión por diodos) albergan dispositivos semiconductores o diodos que se encargan de transformar la corriente eléctrica en luz. Suponen un desembolso inicial mayor, pero la rentabilidad a medio plazo es ya justifica de por sí este gasto, gracias a los beneficios que genera su efectividad, aun un 65 por ciento inferior en el consumo eléctrico respecto a las bombillas de bajo consumo, y a su prolongadísima vida, que puede alcanzar las 45.000 horas de duración.

 El mejor aislamiento térmico

La reducción de la factura derivada del consumo de calefacción no se detiene en la adecuada elección de energía para el hogar –por ejemplo, tramitar un alta de gas natural, considerada la energía de suministro continuo más barata del mercado-. Según aconseja Reformas y Decoración, destacada empresa de reformas en Madrid, una pequeña inversión en la mejor del aislamiento térmico en el hogar redunda en un gran ahorro en consumo de calefacción y aire acondicionado. Comprar toldos en Barcelona es útil para atemperar la acción del sol en los meses cálidos, sobre todo en regiones costeras levantinas y meridionales del país. No obstante, a tenor de la variabilidad climática del territorio peninsular, contar con las ventanas adecuadas puede suponer un ahorro de hasta el 70 por ciento de ambos casos. Las ventanas de PVC gozan de las propiedades de dicho compuesto como aislante natural, sobre todo en comparación con las tradicionales ventanas de aluminio, metal con propiedades conductoras y que, por tanto, actúa a modo de puente térmico entre el exterior de la casa y su interior. Aparte de la calidad de los materiales, en función de cada modelo, la hermeticidad y resistencia de la ventana implementa de forma decisiva estas cualidades aislantes.

Por otro lado, el recubrimiento de las paredes con pinturas térmicas es una opción interesante para aumentar el grado de eficiencia energética del hogar. Esta pintura de aislamiento térmico o pintura cerámica ofrece un recubrimiento flexible conformado por una emulsión acrílica, combinada con microesferas huecas de cerámica, que permiten evitar el choque térmico y rebajar la incidencia del frío o el calor sobre la superficie de la pared, al mismo tiempo que la mantiene libre de la acción de mohos, polvo y bacterias. Se puede aplicar en exteriores e interiores y sobre materiales variados, como el hormigón, el ladrillo, el yeso y la mampostería, así como forjados aligerados, superficies metálicas en techados y para el sellado de grietas en depósitos y otros materiales de muy diverso orden. Aplicadas mediante económicos equipos de pintura o instalaciones de pintura líquida, las pinturas de aislamiento térmico resultan excelentes en recintos interiores para evitar la aparición de zonas de condensación de vapor de agua, responsables de desperfectos estéticos y estructurales en el edificio, y en la reducción de escapes de calor, que garantiza el menor consumo de calefacción.Otras ventajas secundarias de esta pintura cerámica es la refractación y bloqueo de los perjudiciales rayos UV, la estanqueidad frente a cambios de temperatura y diversas incidencias meteorológicas, la resistencia a la suciedad o el ataque de moho y agentes biológicos, las magníficas propiedades elastométricas y su sencilla aplicación, idéntica a la de cualquier pintura de emulsión corriente.

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