Cuando empezamos a reformar nuestro hogar no sabemos en muchos casos en lo que acabará derivando la obra y es que normalmente empiezan con pequeñas tareas, pero al final una vez metidos en materia lo cierto es que acabamos cambiando gran parte de lo que tenemos en nuestro hogar. Así, cada vez que llevamos a cabo una reforma vemos como el presupuesto de la misma se va actualizando prácticamente cada día y van surgiendo nuevas tareas y es que si reformamos, por ejemplo, un baño, nos encontraremos con que algún azulejo de los viejos rompa o con que la pieza que tenemos de pileta ya no tiene el mismo tamaño que las actuales, por lo que debemos de sustituirla entera. Como veis, son pequeñas cosillas que pueden ir surgiendo, pero no solo eso, sino que también el profesional de la reforma o nosotros mismos podemos ir viendo defectos a medida que avanzan los trabajos o aconsejando opciones diferentes a las presupuestadas inicialmente como pueden ser los cada vez más habituales enchufes con USB, en lugar de los clásicos enchufes que tenemos todos en nuestras casas.
Y es que como os decimos, las reformas son un mundo aparte, por lo que en el post de hoy nos queremos centrar en las ventanas, uno de los productos más importantes al reformar tu casa, ya que gracias a ellas podremos incluso ahorrar mucho en la factura de la luz. Así, en primer lugar, debemos considerar el tipo de perfil de ventana que mejor se acomoda a nuestras necesidades: PVC, aluminio o madera. Después, en segundo lugar, el acristalamiento es un elemento fundamental para determinar las prestaciones de una ventana y su mayor orientación a resolver determinados problemas o retos, pero no solo esto es importante, sino que también debemos tener en cuenta que:
- También hay que definir qué tipo de apertura es la que más nos conviene en función de cómo sean nuestros espacios interior y exterior y el tipo de uso que le vamos a dar.
- La forma de las ventanas es también un aspecto muy importante a la hora de decantarse por un fabricante u otro.
- Cada vez más, el grado de eficiencia energética de una ventana es un elemento de decisión fundamental por su mayor contribución al ahorro, el confort y la calidad de vida de las familias.
- Finalmente, otra de las tendencias que llegan para quedarse es la preocupación por la estética de las ventanas, llegando a convertirse en elementos decisivos para el estilo y la decoración de los distintos espacios.
Tipos de ventanas según el acristalamiento
El acristalamiento de una ventana es un elemento fundamental, ya que representa la mayor parte de su superficie. Aunque sigue siendo posible crear ventanas con un único vidrio, las ventanas de Ventanas Alicanteestán diseñadas para soportar acristalamientos dobles o triples, con cámaras de aire que generan un mayor aislamiento y reducen la pérdida de energía. Además, existen cristales específicamente diseñados para reforzar los principales beneficios de las ventanas.
- Ventanas vidrio bajo emisivo. El acristalamiento bajo emisivo está diseñado para dificultar que el frío y el calor salgan desde el interior al exterior, consiguiendo mantener la temperatura del hogar con un gran ahorro de energía y, por lo tanto, una reducción evidente de los costes de calefacción y refrigeración.
- Ventanas vidrio control solar. Estos vidrios tienen la capacidad de filtrar la radiación solar. Dejan entrar casi toda la luz, pero minimizan el calor que se introduce desde el exterior, lo que los hace especialmente útiles en zonas de gran insolación y altas temperaturas.
- Ventanas vidrio acústico. En lugares ruidosos, las ventanas poco aislantes son una de las principales causas de la pérdida de confort en el hogar. Para evitarlo, los vidrios acústicos, laminados con butirales especiales, tienen la capacidad de reducir la entrada de ruido en un edificio sin renunciar al aislamiento térmico ni a su seguridad. Con la combinación adecuada, se puede conseguir una atenuación de hasta 48 decibelios, equivalente a pasar del ruido de una turbina de avión al sonido normal de una oficina.
- Ventanas vidrio de seguridad. Un acristalamiento de seguridad se compone de dos o más vidrios unidos entre sí a través de una lámina de plástico que, en caso de rotura, hace que éstos queden adheridos y no se desprendan. Se pueden alcanzar varios niveles de seguridad porque cada cliente es un mundo y sus necesidades poco o nada tienen que ver con las del anterior, por lo que, entre otras, podemos encontrarnos con: protección física, antirrobo, contra armas de fuego, contra explosiones…
