Servicios que ofrece un estudio de interiorismo

Resulta fácil confundir el diseño de interiores con la decoración, aunque ambos términos son muy similares, cada uno engloba una serie de aspectos en particular. Para hablar sobre estos términos con la mayor precisión posible y conocer de primera mano los servicios que ofrece un estudio de interiorismo y decoración, hemos hablado con nuestros amigos de Sebastián Bayona Studio, expertos en la materia.

Ya en tiempos de la prehistoria, parecía existir un interés por la expresión. Al observar las cavernas en las que habitaban los hombres primitivos, se puede comprobar como mediante la aplicación de colorantes vegetales y minerales, decoraban las paredes de las cavernas. Esa sencilla acción, representaba de alguna manera, la necesidad propia del hombre de intervenir directamente en su espacio vital. Una vez desarrollada la capacidad creativa y cognitiva, empieza a verse el espacio interior en el que se habita, como algo más que un refugio.

En la época moderna, le ser humano, empieza a otorgar mayor importancia al interior de sus viviendas y lo lugares en los que pasa el tiempo. Busca comodidad, y bienestar sin prescindir de la elegancia. En algún punto de la historia, surge la disciplina que hoy conocemos como diseño de interiores y la decoración de los espacios. Ambas disciplinas, unidas por los mismos puntos, pero abarcando diferentes aspectos. Mientras que el interiorista construye el espacio, el decorador trabaja en el espacio construido.

De este modo, el decorador, posee la capacidad de “leer” ese espacio, estudiar esas dimensiones, la luz, los materiales, las texturas, mobiliario, etc. con la finalidad de crear un determinado ambiente o estilo. Hablar de decoración es aludir a la optimización estética de un espacio hasta alcanzar la armonía visual y la belleza.

La función del interiorista, es más profunda. Enfocándose principalmente en la modificación estructural y la distribución de los espacios, en lugar de centrarse únicamente en los aspectos estéticos. Aplicando soluciones técnicas y creativas que ayuden a mejorar y facilitar la calidad de vida de los habitantes. Su capacidad abarca el cambio de la estructura, la función y la distribución total de un espacio. Para ello, modifica muros, instalaciones, materiales, etc.

Aclarada un poco la diferencia entre ambos términos, es momento de conocer cuales son las funciones que desempeña un diseñador de interiores. Algo interesante de saber, sobre todo, para aquellos que estén pensando en hacer una reforma en su hogar o negocio y se estén planteando la posibilidad de contratar los servicios de un profesional.

En muchas ocasiones, el desconocimiento de las funciones de un diseñador de interiores o la falsa creencia de que sus honorarios son muy elevados, hacen que se descarte la opción desde el primer momento. Sin embargo, siempre es conveniente contar con la ayuda de un profesional cuando se pretende llevar a cabo cierto tipo de cambios en la vivienda.

Lo que hace un diseñador de interiores

El objetivo y la misión de estos profesionales, es el de crear ambientes. Con independencia de si esos ambientes se van a crear en viviendas, empresas o negocios de cualquier índole. Su máxima es aprovechar al máximo el espacio disponible asegurando una coherencia estética y teniendo en cuenta las necesidades, forma de vida, gustos y presupuesto de cada cliente.

La elaboración del proyecto de interiorismo incluye planos, infografías en tres dimensiones, informe, un listado de materiales y el presupuesto detallado de todos los pasos y actuaciones que componen el proceso.

Al mismo tiempo, se hacen cargo de planificar y dirigir las obras, subcontratar servicios de arquitectura, albañilería, electricidad, fontanería, etc. que, suelen ser equipos colaboradores.

A lo largo de todo el proceso, se encargan de proyectar el mobiliario y la decoración del espacio en cuestión, en función del estilo y preferencias del cliente. En este aspecto, se incluye a su vez, un proyecto sobre el mobiliario y la decoración en el cual se plasman los elementos seleccionados para cada espacio y se encargan de su compra e instalación. Esta es la fase más estética y pude ser realizada por el decorador de interiores.

Básicamente, un diseñador de interiores, se encarga de todo el proceso que conlleva convertir un lugar en el espacio ideal, según la finalidad del mismo y las preferencias del cliente.

¿Por qué contratar un interiorista?

En primer lugar, la necesidad de contratar los servicios de un diseñador de interiores, surge de la propia inexperiencia. Algunas personas tienen muy buen ojo para decorar y aprovechar los espacios de acuerdo a sus gustos, pero para otras esa capacidad no existe. Un diseñador es capaz de ver más allá y convertir cualquier espacio mediocre en un lugar de ensueño.

A parte de esta razón básica y elemental, existen otra serie de motivos con mucho peso para recurrir a estos profesionales.

Entre ellos, podemos señalar que ofrecen servicios integrales de reforma. Incluyendo un servicio llave en mano dentro de cualquier tipo de reforma que se lleve a cabo. El diseñador de interiores, se encarga de todo el proceso, desde el diseño hasta la entrega de las llaves al finalizar la obra. Su cometido es asesorar al cliente en todo lo necesario, planificar y coordinar los diferentes trabajos y supervisar in situ cada una de las fases que componen el proyecto.

De este modo, el cliente solo necesita un interlocutor con el que comunicarse y que hará de puente entre el mismo y el resto de trabajadores que participen. Siendo así, el cliente puede despreocuparse en gran medida y ahorrar tiempo en hacer visitas a las obras, recorrer tiendas, hablar con proveedores y buscar a los diferentes profesionales que van a realizar las distintas actuaciones. Lo que conlleva una reforma integral, con toda su repercusión y quebraderos de cabeza, quedan a cargo del diseñador.

Otra razón de peso, es el control presupuestario que lleva el interiorista. Este planifica y supervisas cada detalle y de forma minuciosa todos los presupuestos para evitar imprevistos y sobre costes. Siempre buscando la mejor opción en lo que a soluciones técnicas, materiales, acabados y equipamientos, respecta y en función del presupuesto disponible para cada proyecto. Por otro lado, los estudios de diseño de interiores, trabajan con fabricantes, proveedores y demás profesionales de confianza, pudiendo ofrecer una enorme variedad de acabados y calidades al mejor precio. Esta es una de las razones por las que pagar los honorarios de un interiorista puede al final convertirse en un ahorro: optimiza los costes y los tiempos de entrega.

Dada la formación que poseen y sus conocimientos respecto a las tendencias actuales, son capaces de combinar los materiales, el mobiliario, los accesorios y lo colores que van a componer el espacio, de forma armoniosa y funcional. Son expertos en crear espacios únicos y personalizados.

Gracias a su experiencia y profesionalidad, acometer un proyecto de esta envergadura, es para ellos coser y cantar, sabe adelantarse a sustos e imprevistos que suelen surgir en toda obra que se precia. La planificación y supervisión que lleva a cabo da como resultado un trabajo de excepcional calidad.

Son capaces de hacer milagros en viviendas sencillas y satisfacer todas las necesidades del cliente, pero si se trata de un proyecto para abrir un local comercial o cualquier tipo de negocio, su actuación es casi fundamental.

Hay que saber que una buena primera impresión es fundamental para el cliente, la carta de presentación va a determinar en gran medida la imagen de la empresa. Un buen diseño interior hará que las personas que pasan por delante, entren o no al local. Los interioristas saben perfectamente como captar la atención para que la gente se sienta invitada a entrar.

Gracias a un diseñador de interiores, algo tan esencial como desmarcarse de la competencia es más fácil. Vivimos en un mundo en extremo competitivo, el interiorismo comercial es una de las mejores maneras de desmarcarse del resto. La clave, un diseño original y único, con identidad propia y capaz de transmitir la esencia del negocio.

Lograr más ventas es otro de los cometidos de contar con un buen espacio, adecuadamente diseñado. Un negocio se define por los productos o servicios que ofrece, su calidad y atención al cliente, entre otros factores. Todos los elementos que forman parte del diseño, como la distribución, la decoración, el mobiliario, la paleta de colores, etc. forman parte de la estrategia de marketing que debe llevar a cabo cada empresa. Hacer que todo encaje para que los clientes pasen por una buena experiencia va ligado a un espacio reconfortante, atrayente y exclusivo.

Decorar un local para un negocio, es algo todavía más complejo que diseñar el interior de una vivienda. A todos nos gusta entrar en una tienda o restaurante y sentirnos como en casa o atraídos por lo que trasmite. Los diseñadores de interiores, saben conjugar a la perfección, estilos, diferentes ambientes, mobiliario y elementos decorativos, creando espacios únicos que definen la esencia del local. Algunos son en extremo impresionantes y, pese a la extraña combinación de elementos y estilos que se puede encontrar dentro de un mismo espacio, no se rompe la armonía. La excentricidad en algunos lugares, no rompe con la estética, al contrario, la potencia.

La labor de un diseñador de interiores es, sin lugar a dudas, semejante a la de cualquier artista.

 

 

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