Mucha gente es oír la palabra reformas y es salir corriendo. Pero en ocasiones hay que echarle valor y ponerse a ello. Sobre todo si quieres seguir ofreciendo un trato adecuado a tus clientes. Esto me ocurrió a mí cuando me decidí a realizar reformas en mi clínica dental, no era fácil, pero había que ponerse a ello. Si ya de posible es complicado cuando se hace en una casa particular, te puedes imaginar en un negocio.
Para realizar las reformas tomé como ejemplo la estructura que tiene la clínica Care Dent, que es esta clínica dental en Albacete. Un espacio agradable y donde los clientes se sienten a gustos.
Me puse en contacto con la empresa de reformas, y elaboraron un presupuesto de obras sin coste y sin compromiso. Me comentaron que contaban con personal y contratas especializadas en este tipo de obras, por lo que me quedé tranquilo, porque me podían garantizar precios y plazos cerrados en la reforma de mi clínica.
Lo tenía claro, en el diseño de una clínica es importante crear una atmósfera de bienestar ofreciendo una imagen agradable y relajada. Que los clientes se sientan cómodos y no piensen que van a un lugar para sufrir. De ese modo, se logra transmitir tranquilidad a los pacientes. Pero para ello hay que tener muy en cuenta cuál será la elección de materiales, la selección de los colores y el empleo del acero, la madera o el vidrio.
De esta manera, el primer paso fue la visita al local para realizar un estudio del espacio y necesidades del negocio. Redactaron un proyecto de interiorismo donde se definen con todo detalle la distribución del local, planos de instalaciones, planos de detalle, memoria y cualquier documentación necesaria para la licencia de obras. Y es que, son aspectos muy a tener en cuenta.Y aunque al principio todo es costoso, finalmente puede decir que quedé muy satisfecho con el resultado.
Y ahora a amueblarlo
El siguiente paso es amueblarlo. Uno de los aspectos más importantes es la recepción. Ahí yo quiero transmitir la imagen potencial de mi marca y asegurando un servicio práctico y de calidad del día a día. Por la clínica pasan todo tipo de pacientes, es decir niños, minusválidos, adultos y de tercera edad, por lo tanto hay que facilitar el acceso a la información requerida por los mismos. Recomiendo un mostrador con dos alturas, una alrededor de 1,15 centímetros del suelo y otro más bajo de aproximadamente 80 centímetros para el acceso de personas con alguna minusvalía o niños. Este mostrador podrá servir para escribir y tomar notas y para recibir la información de aspectos de la clínica que los pacientes quieran consultar. De todas formas, si quieres saber mucho más sobre cómo amueblar una clínica lo mejor es que eches un vistazo a este artículo sobre amueblar una clínica.
Como puedes comprobar, al final se logró un espacio muy acogedor, donde mis clientes se sienten cómodos, o eso al menos, yo siento. Eso sí, quiero mandar un agradecimiento a la Clínica Care Dent de Albacete que me sirvió de referencia.